Harry - ¿Te das cuenta que jamás podríamos ser amigos?
Sally - ¿Por qué?
Harry - Hombres y mujeres no pueden ser amigos porque el sexo siempre interfiere.
Sally - Eso no es verdad.
Harry - Ningún hombre puede ser amigo de una mujer que le resulta atractiva. Siempre quiere tener relaciones sexuales con ella.
Sally - ¿Y si ellas no quieren tener relaciones contigo?
Harry - No importa, porque el asunto del sexo ya está ahí... así que la amistad está destinada al fracaso y ése es el fin de la historia.
Sally - Supongo que no vamos a ser amigos.
Harry - Supongo que no.
Sally - Eso es una lástima. Eras la única persona que conocía en Nueva York.
Es casi medianoche. Me voy.
Harry - Espera dos minutos.
Sally - Te llamaré mañana.
Harry - Estuve pensando mucho y el asunto es que te amo.
Sally - ¿Qué?
Harry - Te amo.
Sally - ¿Cómo esperas que responda a esto?
Harry - ¿Qué te parece que tú también me amas?
Sally - ¿Qué te parece "Me voy"?
Harry - ¿Lo que dije no significa nada para ti?
Sally - Lo siento. Sé que es la noche de Año Nuevo. Sé que te estás sintiendo solo, pero no puedes aparecerte aquí... decirme que me amas y esperar que eso arregle todo. No funciona de esta manera.
Harry - Bueno, ¿cómo funciona?
Sally - No sé, pero no de esta manera.
Harry - ¿Qué te parece esta manera?
Adoro que sientas frío cuando hay 22 grados afuera. Adoro que te lleve una hora y media ordenar un sándwich. Adoro que se te frunza la frente cuando me miras como si estuviera loco. Adoro después de pasar el día contigo, que aún huelo tu perfume en mí. Adoro que seas la última persona con la que quiero hablar antes de ir a dormir. Y no es porque estoy solo y no es porque es la noche de Año Nuevo. Vine, porque cuando te das cuenta que quieres pasar el resto de tu vida con alguien quieres que el resto de tu vida empiece lo antes posible.
Sally - ¿Ves? Eso es tan típico de ti. Dices cosas como ésa y haces que me resulte imposible odiarte. Y te odio, Harry. De veras te odio.
Te odio.
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