Lastrein tu London
El que se me siente al lado una persona de unos 60/70 años, y comience a hablarme sin que yo siquiera haya insinuado iniciar una conversación, con planteos del tipo socioeconómico o simplemente climático, hasta ya lo estaba tolerando. Mi técnica es no mirar a los ojos y contestar con interjecciones dle tipo "ajá", "sep", "sí, sí", "en fin..."; hasta que la persona se canse.
Pero lo sucedido el otro día fue demasiado.
Se sienta a mi lado un pendejo de unos veinte años aprox, clase media "bien". Pasa el viejo y querido panchero y este pibe le pide un súper. Luego de entregárselo, el sujeto comienza a "recortar" con los dedos el excedente de pan por sobre la salchicha y a, directamente, arrojarlo al piso sin el más mínimo decoro, mientras yo lo observaba con una mezcla de asco y ganas de colgarlo.
Luego de dejar ese "chiquero" delante de su asiento, y de consumir el producto, se apresta a solicitar al vendedor correspondiente una lata grande de cerveza de primera marca (?), que luego de ser consumida también deja en la zona donde se encontraba el pan antes mencionado.
Ya en estado de "todo me chupa en huevo", noto que esta persona comienza a dormitarse, por lo que me quedo más tranquilo. Sin pensar lo que faltaba.
Al dormirse, esta persona deja caer la cabeza sobre mi hombro y comienza a rebotarle al compás del tren.con un leve movimiento de mi hombro en forma ascendente, logro que recupere cierta "erguidez" y medio como que se despierte. Pero a los cinco minutos vuelve a entrar en sueño y su cabeza vuelve a vaer en mi hombro...
Por suerte no faltaba mucho para que yo arribe a destino...
La frase del día: Compañero de trabajo, luego de escuchar durante todo el día aproximadamente 20 ringtones distintos de cada uno de nosotros: "Loco, ¿cuando carajo los teléfonos volverán a sonar como teléfonos?".
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