14.8.04

A la espera...

Odio sobremanera (qué linda palabra es sobremanera) que me dejen esperando...
Eso de "a la una en donde siempre", y que sea la una y veinte y no encontrar a nadie, es algo totalmente repudiable.
Lo tomo como una terrible falta de respeto, porque si quedamos en un horario específico, yo me preocupo por hacer hasta lo imposible por llegar en el momento estipulado, quizás hasta cinco minutos antes.
Porque encima uno entra al bar con cara de Feliz Cumpleaños, y al traspasar la puerta y notar que no se encuentra a quien se busca, la cara cambia radicalmente, y la gente que está sentada, consumiendo o esperando, lo mira a uno... y uno no sabe si quedarse afuera, cerca de la puerta, o adentro, solo...
Encima es de esos bares que tienen todo el frente vidriado, por lo que yo, estando afuera y a la espera, era visto por el resto de la gente (o mi persecuta pensaba eso, al menos), mientras se reían de mi desgracia...
El celular con poca batería, o sea que lo prendía, se ponía el cartel de "batería baja" y se apagaba. Y como nunca me pude aprender los números de los celulares de mis amigos, no tenía forma de comunicarme con ellos...
La espera seguía... la gente pasaba (y debo reconocer que esto de que vuelva el calor hizo que vuelva uno de los mejores combos femeninos existentes, que no es otro que el de pollera+botas, que tan bien les queda... a algunas)
Logro que mi fuckin' celular me deje ver el número de teléfono de uno de los chicos y me dirijo al teléfono público. Para que al llamarlo escuche un "¡Uh! ¿Ya llegaste?, es que me atrasé, ¿viste? pero ya paso a buscar a los chicos y en quince minutos estamos por ahí"...
Ya está... la noche empezó de la peor manera... me dirijo al interior del pub, me siento frente a la barra, y dispongo a beber una cerveza solo... a la espera...

Reflexión del día: Los cuadernos con espiral no necesitan forro.